Los Cangrejos podrán mantener en este mes el impulso que comenzó con la presencia de Marte en Cáncer. Este tránsito les aportará fuerza, dinamismo, permitirá que no se recluyan con tanta facilidad dentro de su caparazón y hará que se sientan menos tímidos e inseguros; pero la contrapartida puede ser que los proverbiales malos humores de los hijos de la Luna se hagan no molestos, sino insoportables. Será conveniente que controlen las oscilaciones de su estado de ánimo, si no quieren sumir en la más profunda perplejidad a los que un día los ven más encantadores que nunca y al día siguiente no reconocen a ese ser gruñón y autocompasivo. No obstante, contarán con muy buenas influencias astrales para controlar estos cambios emocionales y, sobre todo, para sobrellevar la oposición que la conjunción de Urano y Neptuno en el signo opuesto realizarán este mes y que justificará la envergadura de los saltos y sorpresas a que podrá someter a los conservadores Cangrejos. Aunque este tránsito astral desde hace tiempo viene influyendo sobre la vida de los nativos, en este mes se hará aún más notorio, siendo los más afectados los nativos de comienzo del tercer decanato.

La pareja será el escenario en el que con más facilidad puede ponerse en acción la conjunción, así como también las relaciones con los socios: las sorpresas, los cambios abruptos de opinión, la posibilidad de engaños o estafas estarán a la orden del día por este aspecto astral. La clave para sacar provecho de este movimiento de los planetas estará dada por la capacidad de apertura a los cambios, a las innovaciones y (en no pocos casos) a un nuevo criterio de espiritualidad. Estos últimos aspectos se referirán especialmente a aquellos Cangrejos que hacen del pasado, las tradiciones y las costumbres algo inamovible: se verán fuertemente sacudidos por el embate celeste. Pero si los problemas se manifiestan con la pareja, contarán a su favor con excelentes posibilidades en lo que se refiere a la comunicación con la misma.